
En el contexto actual, marcado por la pandemia global, hemos aprendido valiosas lecciones sobre la importancia de los espacios exteriores, especialmente en centros geriátricos. Estos espacios no solo ofrecen beneficios físicos y emocionales, sino que también se han convertido en un valor absoluto de calidad en el cuidado de personas mayores. En este artículo, exploraremos cómo los paseos, huertos y jardines en centros geriátricos no solo mejoran la calidad de vida de los residentes, sino que también desempeñan un papel crucial en el cuidado de personas con deterioro cognitivo o Alzheimer.
Beneficios Físicos:
Los espacios exteriores brindan oportunidades para el ejercicio físico moderado, lo que contribuye a mantener la movilidad y reducir el riesgo de enfermedades crónicas. Los paseos regulares en entornos naturales también mejoran la salud cardiovascular y fortalecen los huesos, lo que es fundamental para las personas mayores.
Beneficios Emocionales y Mentales:
Estar al aire libre ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, proporcionando un ambiente tranquilo y relajante. Los residentes de centros geriátricos pueden disfrutar del contacto con la naturaleza, observar aves y flores, lo que tiene un impacto positivo en su estado de ánimo. Para aquellos con deterioro cognitivo o Alzheimer, estos espacios ofrecen estímulos visuales y sensoriales que pueden mejorar la cognición y reducir los comportamientos agitados.
Estimulación Cognitiva:
Los jardines terapéuticos y huertos proporcionan una oportunidad para participar en actividades significativas como plantar, cuidar las plantas y cosechar. Estas actividades estimulan las funciones cognitivas y motoras, mejorando la coordinación y la concentración. Para las personas con Alzheimer, estas actividades pueden ayudar a mantener la conexión con el entorno y las experiencias pasadas.
Interacción Social:
Los espacios exteriores fomentan la interacción social entre los residentes, el personal y las familias. Las áreas comunes al aire libre se convierten en lugares de encuentro donde se pueden compartir experiencias, historias y emociones. Esta interacción social es vital para el bienestar emocional y mental de las personas mayores, promoviendo un sentido de comunidad y pertenencia.
Conclusiones:
En un mundo pospandemia , la importancia de los espacios exteriores en centros geriátricos se ha vuelto más evidente que nunca. Los paseos, huertos y jardines no son simplemente lujos, sino necesidades esenciales para el cuidado integral de las personas mayores, especialmente aquellas con deterioro cognitivo o Alzheimer. Estos espacios no solo ofrecen beneficios físicos, emocionales y cognitivos, sino que también promueven la interacción social y el sentido de comunidad. Al incorporar estos elementos en el diseño y la planificación de centros geriátricos, estamos contribuyendo significativamente a mejorar la calidad de vida de nuestros seres queridos mayores.
Firma : Liliana Vázquez Gerente y Directora de Gerontovega